lunes, 30 de abril de 2012
Amor de verano.
Hablamos de él. Y entonces ella me preguntó a qué sabían sus besos. Yo me quedé unos segundos pensando, porque no sabía resumir todas las sensaciones que sentía cuando me besaba. Saben a miel, limón y fresas. Saben a cielo, mar y tierra. Saben a paraíso y a infierno. Saben a todo y a nada. Ella empezó a reír y me preguntó qué sentía cuando estaba con él. Le dije que era como si diera la vuelta al mundo en unos segundos. Como si pudiera salir volando. Como si gritara debajo del agua. Ella rió aún mas alto, y me dijo que iba a ser una historia interesante, un bonito amor de verano.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Aquí tienes una seguidora más. He echado un vistazo por encimilla y pinta muy bien este espacio que estás construyendo...si te motiva, no lo dejes.
ResponderEliminarVolveré pronto. Nos leemos, si te apetece =)